domingo, 9 de marzo de 2008

Los renglones torcidos de Dios de Torcuarto Luca de Tena

Para escribir esta novela Luca de Tena se hace pasar por paranoico para poder ingresar en un manicomio. Allí vive con personas de distinta rama de enfermedades en la psiquiatría. Es entonces cuando escribe sobre una detective, llamada Alicia, que ingresa en el hospital psiquiatrico supuestamente para descubrir un crimen que se había cometido y donde, según creía ella, se encontraba el asesino. El asesinado era el padre de un cliente suyo llamado Gracía del Olmo.

Es García del Olmo quien consigue que Alicia sea ingresada en el hospital para que pueda realizar sus investigaciones. Para que no la descubriesen, ingresó como una persona que había tratado de envenenar a su marido, aunque de esto no se enteró hasta varios meses después. Ella, que había engañado a su marido diciéndole que se iba fuera a resolver un caso, no se imaginaba lo que iba a pasar en ese hospital.

Alicia hizo una gran amistad con Montserrat Castell, enfermera jefe, e Ignacio Urquieta, un enfermo que tenía pavor al agua, aunque guardaba más secretos de los que mostraba en un principio.

En uno de los paseos que Alicia acostumbraba a realizar por los jardines del hospital se enfrento a uno de los enfermos porque trató de abusar de ella. Alicia le dio un empujón, él cayó de mala manera y se partió la columna vertebral. Como consecuencia de esto ese hombre murió. Los amigos de Alicia trataron de ocultar este crimen declarando que fue él solo el que se cayó.

Desde el primer momento el director Samuel Alvar no creía que Alicia realmente estaba allí para investigar un asesinato, por lo que la trató coma a una enferma más. Llegó a castigarla, mandó ponerle la camisa de fuerza, e incluso, ponerla en aislamiento. ¿Sería Alicia merecedora de estos castigos y vejaciones que recibió en ese hospital?.

Alicia puso toda su confianza en César Arellano, que era el doctor que la trataba. A él le agradeció siempre su trato y él confío siempre en la verdad de Alicia todo el tiempo que estuvo internada en el hospital. Otra de las aliadas de Alicia fue la doctora Dolores Bernardo que ayudó y confió también en Alicia hasta el último momento.

Alicia y la Castell, como ella llamaba a Monserrat, pasaban mucho tiempo juntas. Un día Montserrat le confesó a Alicia que iba a dejar el hospital, pues estaba esperando que la llamaran del convento de las Hermanas Carmelitas. Ese mismo día Montserrat le recitó un verso de Santa Teresa a Alicia.

Hermanas por que veléis

Cristo os ha dado este velo

y no os va menos que el cielo

por eso, no os desveléis

Alicia se quedó sorprendida con la noticia de Montserrat, pero más aún cuando el director le dijo que había sido su marido, Heliodoro Almenara, el que la había mandado al hospital con ayuda del supuesto cliente de Alicia. Este cliente, el doctor García del Olmo, fue quien certificó que a Heliodoro lo estaba envenenando Alicia. ¿Era verdad o no?. ¿Por qué Heliodoro haría esto?. Alicia se preguntaba qué es lo que podía haber pasado.

y Así se llega a un final emocionante en el que cada lector saca su propia conclusión. ¿Estaba Alicia realmente enferma mental o era una detective investigando un caso y víctima del engaño de su marido?.

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